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Murió atrapado en su Tesla Cybertruck… porque las puertas no abrían sin electricidad

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Michael Sheehan tenía 47 años.
Manejaba su Cybertruck por una carretera de Texas cuando perdió el control y se salió del camino.

El impacto fue fuerte, pero no fatal.
Michael seguía vivo.


El problema vino después:
El Cybertruck, completamente eléctrico, perdió energía tras el choque, se murió la batería.
Y entonces, las puertas electrónicas dejaron de funcionar.

No se abrían desde dentro.
Las manijas exteriores tampoco respondían.


Aunque la empresa Tesla incorporó una palanca de emergencia en este tipo de carros… esa palanca:

  • Era difícil de localizar en una situación de pánico

  • No fue explicada durante la entrega del vehículo

  • No ayudó a Michael a salir


El fuego comenzó poco después.
Las baterías entraron en lo que los expertos llaman “fuga térmica”, una reacción en cadena que eleva la temperatura a niveles extremos.

Según el peritaje citado por la familia, las llamas alcanzaron hasta 2 760 °C (5 000 °F).
El fuego fue tan intenso que causó fractura térmica de los huesos, reduciendo el cuerpo de Michael en casi 20 centímetros.


Murió ahí.
Atrapado.
Consumido por un fuego al que le tomó segundos hacer lo que un diseño defectuoso no pudo evitar.


El 13 de junio de 2025, su familia presentó una demanda formal contra Tesla, argumentando homicidio imprudencial.

Sostienen que el diseño del Cybertruck no solo fue defectuoso… sino letal.
Y que Michael pudo haberse salvado… si solo una puerta hubiera funcionado.

También demandaron a un bar de Texas por presuntamente servirle alcohol en exceso antes del accidente.


El reclamo total supera el millón de dólares, por daños funerarios, emocionales y morales.

Michael no murió en el choque.
Murió esperando que una puerta funcionara.
Murió viendo cómo el fuego se acercaba…
y entendiendo que no había salida.


Eso es lo que más duele:
Que sí había tiempo.
Que pudo vivir.
Pero el auto que él creyó seguro… lo dejó solo.


Hoy su familia no solo llora su ausencia.
También exige respuestas.

Porque si un auto tan caro, tan moderno…
no te deja salir cuando más lo necesitas,
¿crees que el millón de dólares sea una compensación justa para la familia?
¿O no hay ninguna cantidad que pueda reparar el dolor?


Esta historia es real.
Los hechos ocurrieron en Texas, y fueron reportados por diversos medios nacionales e internacionales, como The Independent, NDTV y Chron.
El caso sigue en proceso, pero el dolor… ya es definitivo.00

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